Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios,
seguros de que contigo, nunca estaremos solos,
porque tu soledad acompañará y confortará a la nuestra.
Camina Tú a nuestro lado, habita en nuestros hogares, bendice nuestra ciudad.
Que notemos siempre tu presencia de amiga y eficacia de Madre.
Nuestra Señora de la Soledad, Córdoba
Álvarez Duarte, 1975
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