Crea, Señor, en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de todos, como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
Sagrado Descendimiento, Córdoba
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