La majestad y el señorío de Jesús aquí quedan demostrados. Había venido, se había encarnado, para esta hora, la hora de la salvación de los hombres, buscaba sólo que “tuvieran vida y vida abundante” (Jn 10,10) y Él había venido “para dar su vida en rescate por muchos” (Mc 10,45). Ya ha llegado su hora, comienza a caminar, empieza su Via Crucis, su camino de cruz.
Ntro. Padre Jesús de la Misión Redentora
Agrupación Parroquial de la Misión, Jerez
Obra de Fernando Murciano Abad
Bendecido el 8 de enero de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario